Ética civil y éticas de
máximos.
Las éticas normativas son las que tienen sus propias
propuestas de felicidad y de sentido. Estas mismas son las que distinguen la
ética civil, o cívica o de mínimos y también la ética de máximos. La propuesta implica la aceptación de una
sociedad pluralista (el cual se puede considerar un mal menor) y del otro lado,
la separación entre lo público y lo privado, diferencia entre el hombre y el
ciudadano. Muchos eligen el pluralismo para llegar a una ética civil. Frente a
las sociedades en las que se impone una ética global, se propone la alternativa
de unos mínimos éticos exigibles universalmente para que puedan regular la
convivencia. Esto también es conocido como la ética civil ya que se presentan
como un marco adecuado para que diferentes máximos plurales puedan coexistir. Esto
opone al dogmatismo de una única propuesta incuestionable, pero del lado
contrario, también al politeísmo moral, lo cual se refiere a que cada grupo tiene
sus propios valores.
La distinción entre privado y público (hombre y
ciudadano), es el otro aspecto que se relaciona con el surgimiento de la ética
civil. La modernidad distingue el ámbito privado, se refiere a las creencias y
proyectos personales que pueden concretarse en instituciones privadas. Por el
otro lado, nos encontramos con el ámbito público de las normas jurídicas y
políticas de obligado cumplimiento.Existe el hombre (quien es un ser racional)
que formula sus proyectos de bien, felicidad y autorrealización libremente
apareciendo versiones plurales por respetar y por el otro lado se encuentra al
ciudadano que es guiado por reglas universales de justicia que regulan la
participación política y la convivencia. Al haber relegado la relación específica
varón-mujer a la esfera privada, ha impedido que se apliquen a tal relación los
criterios de justicia.
La distinción entre privado y público, fue ignorando
las diferencias en las condiciones materiales entre los humanos, ignorando que
sólo podemos elegi y realizar nuestros proyectos, ignorando que en la pobreza
severa no hay más “proyecto de autorrealización” que el de sobrevivir. La ética
civil es un conjunto de valores y normas morales que permiten construir
libertad entre los individuos. Conforme pasa el tiempo la sociedad va cambiando
de regías dependiendo de la sociedad en la que nos encontremos, ya que la
sociedad vive en cambio continuo. Un ejemplo de estos cambios en la sociedad
sería en la esclavitud. Años atrás, la esclavitud no era vista como algo malo,
pero conforme pasó el tiempo se fueron reconociendo los defectos de este acto y
es visto actualmente como algo extremadamente malo y un mal castigo.
La conciencia moral de mínimos puede ser identificada
grosso modo con la ética de la tradición de los derechos humanos, en su sentido
más pleno. La ética civil remite a la ética implicada en los derechos humanos
tomados en su indivisibilidad, incluyendo derechos económicos, sociales y
políticos. El estatuto impreciso de los derechos como solidaridad y tolerancia,
en cuestión a culturas y diferencias globales, hace también imprecisos los
deberes, se debe imponer un afianzamiento de la búsqueda de consenso éticamente
maduro en torno a ellos.
La ética civil no es confesional, surge de la sociedad
laica y se dirige a una sociedad no regida por la confesionalidad; la
justificación de esta ética es puramente racional e intramundana, de modo que
puedan coincidir en ella creyentes y no creyentes. Las funciones de la ética
civil son tres: la de unificar colectivos con diferentes éticas de máximos en
torno a un núcleo que permita la convivencia justa y del modo que todos puedan
participar y colaborar, después la ética civil debe ser la referencia
inspiradora, justificadora y critica de las instituciones para regular el
pluralismo y mediar la construcción de la sociedad, por último la ética civil
tiene una visión crítica de aquellas cosmovisiones totalizantes que implican
éticas de máximos que no respetan los mínimos morales que ella propone.
La naturaleza y dinámica de las éticas de máximos, nos
dicen que la ética no se agota en lo exingible como universalmente obligatorio.
Aparecen también normas, pero son más bien caminos hacia la meta de la vida
lograda, en si las personas nos realizamos moralmente cuando vivimos una ética
de máximos que asume la ética de mínimos.
Las éticas de máximos se relacionan con la pluralidad
que es garantizada por la ética civil, al destacarse cuatro aspectos: primero
las éticas de máximos son las referencias de sentido más pleno para las
vivencias éticas de las personas y de los grupos, segundo estas éticas deben
dejarse criticar e interpretar por las exigencias de la ética civil, tercero
las éticas de máximos pueden alimentar la ética civil y en cuarto es la
relación entre éticas de máximos.
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